Eduardo Cornejo Miranda

Nace en el pueblo de Idahue, en medio de una familia cuyos integrantes apreciaban y practicaban la música, de modo que desde pequeño registró este arte en su vida: su estilo, sus sonidos le marcaron el camino para llegar a construir instrumentos. Fue el único nieto durante 15 años, por tanto, tuvo toda la atención de su abuelo, carpintero y acordeonista. Comenzó tocando guitarra, pero, a los trece años de edad y estando en Santiago, descubrió el charango y ya no se separó más de él. Fue a estudiar musicología a Buenos Aires, Argentina. A los treinta años de edad forma en esa ciudad un grupo musical llamado “Idahue”, misma época en que descubre la luthería, que es la ciencia y arte de construir instrumentos musicales. En ese momento deja de lado sus estudios formales y se dedica de lleno al oficio de constructor de instrumentos. Su compromiso se concreta hasta llegar a la decisión de vender su auto y algunas joyas personales para comprar materiales de trabajo, lo cual le trajo, incluso, problemas en su matrimonio. El primer instrumento que construyó es un charangón, que aún conserva.

Hace diez años que ejerce su oficio y está de regreso en su natal Idahue para trabajar, construyendo instrumentos por encargo, y transmitir su quehacer y su pasión a los jóvenes.